El origen del mundo del fitness

Entender la evolución del mundo del fitness en nuestra sociedad es algo no demasiado complejo. Basta con mirar unos cuantos siglos atrás, cuando la importancia a la imagen personal ya cobraba adeptos.

 

Lo que inicialmente se había convertido en algo únicamente reservado para unos pocos se ha convertido en un no concepto que se aleja del etilismo, convirtiéndose en un fenómeno de masas que no entiende de edad,ni de sexo ni de condición.

 

Estos cambios en la mentalidad social y en los hábitos de consumidores se origina en la época burguesa (principios de 1800), una clase social donde primaba el lujo y la elegancia, la distinción y la diferenciación, lo exclusivo y detallista. Para alcanzar estos adjetivos se iniciaron unas serie de bienes y servicios que permitían el logro y satisfacción de esas necesidades. Una nueva forma de compra, centrada en unos ciertos aspectos distintivos y para lograr fines cada vez más concretos, se instauró en las clases más altas. Como podemos ver, en los inicios nada tenía que ver con la actividad deportiva, reservada para unos pocos. Actualmente el mundo del fitness se ha convertido en una oleada que parece no tener techo.

 

El aumento del consumo llevó a un aumento en la demanda y, como consecuencia, en la oferta. Éste es el origen de la industria del fitness el cual está asociado también a unos valores sociales y culturales. Una industria cuya guinda es la nutrición deportiva y la comida saludable y que se basa en la persuasión del cuidado personal.Es por ello que podemos encontrar aficionados capaces de encerrarse en un gimnasio tras más de ocho horas en una oficina con tal de mantener una imagen acorde a lo que le piden los cánones sociales. ¿Hasta qué punto acaba siendo esto saludable y no patológico? El tiempo lo dirá. Mantén unos hábitos sanos sin obsesiones, esa es la clave de cualquier terapia.